En el aeropuerto hay una zona destinada al llamado «puente aéreo», que une Barcelona y Madrid con vuelos cada veinte minutos en hora punta. Otros aeropuertos utilizados para llegar a Barcelona, especialmente por las compañías de vuelos baratos (low cost) son el aeropuerto de Gerona y el de Reus, a poco más de una hora de Barcelona. Esta infraestructura ha permitido el desarrollo de una potente industria turística que genera grandes beneficios para la ciudad, aunque recientemente se ha debatido la necesidad de orientar más la política del aeropuerto a captar vuelos internacionales, y menos vuelos low cost, lo que facilitaría atraer a un perfil con mayor poder adquisitivo, y a la vez, permitiría la ubicación de sedes de grandes empresas en la ciudad.