Los miembros de ese clan eran gente variada, desde el presidente del Banco de Uruguay a un camarero serbio afincado en Londres. En ese mismo año, Fulp empieza a crear páginas en Macromedia Flash (y ahora nombrado Adobe Flash). El Madrid cifra la merma de dichos ingresos en unos 200 millones (igual que el Barcelona), pero con la rebaja de sueldos de la plantilla pudo ahorrarse unos 40 millones.