Después de la guerra, y por falta de recursos, se recuperan las camisetas con cuello y cordones, pero el escudo sufre una nueva variación que ya se quedará, con muy pocas actualizaciones, como el eterno del club madridista. Pero un coleccionista de este calibre no iba a conformarse solo con las camisetas. Una forma muy cruda de ver el mundo del fútbol.