En la complicada ecuación del ‘merchandising’ cabe destacar otro elemento imprescindible: las falsificaciones provenientes de las fábricas chinas, cuya influencia es detestada por las empresas fabricantes, como es fácil imaginar, pero sobre cuya incidencia no se ponen de acuerdo las diversas fuentes consultadas para este reportaje (que hablan a condición de anonimato, por tratarse de información reservada; pese a los repetidos intentos de este periódico por contactar con Adidas, no ha sido posible comunicar con la filial española de la empresa alemana).